A mí, personalmente, me falta un apoyo no sólo de intelectuales o de sociedad civil marroquí, sino también de los clérigos.
Ciertamente, en el Islam sunní la ausencia de iglesia es una ventaja, porque no hay intermediarios entre los creyentes y Dios, pero la influencia de los teólogos y teólogas es innegable en aspectos de fe, y con el auge de la extrema derecha (religiosa o no) en todo el mundo, creo fundamental que se muestren dispuestos a opinar.
Opinar no significa apoyar: tienen todo el derecho de que no les guste la realidad LGTB, pero un avance en derechos sociales es siempre un avance para los musulmanes (mayoría en Marruecos), y eso sí es un ideal de vida islámico.
Además, eso sería un freno para los barbudos y homófobos afeitados, que también los hay. Una excusita menos para el odio.
Y Allah sabe más.